Sánchez evitará la foto en la mesa con el Govern para no quemarse en la negociación separatista

De vuelta tras sus vacaciones en Lanzarote, Pedro Sánchez, ya piensa estos días la alineación con la que se va a presentar al partido de vuelta, en campo contrario, en la mesa de negociación del referéndum separatista con el Govern. Si hace un año él ejerció de capitán, lo más probable es que, en esta ocasión, el presidente cuelgue las botas. El jefe del Ejecutivo ha delegado en la ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, todo el peso de la negociación con Cataluña para evitar quemarse, a dos años vista de las elecciones generales.

La purga que hizo en su gabinete a mediados de julio, con la salida de Carmen Calvo y José Luis Ábalos, la de Pablo Iglesias en marzo y la marcha de Salvador Illa en diciembre del año pasado, obliga a Sánchez a cambiar por completo sus negociadores. Carolina Darias ya no es ministra de Política Territorial y tendría poco sentido que la titular de Sanidad estuviera presente en una cita de estas características. La de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, y el de Universidades, Manuel Castells, son los únicos que podrían repetir. Y con Yolanda Díaz, que no es militante de Podemos, sustituyendo a Iglesias, y Castells representando a los ‘comunes’, Podemos se queda sin voz en este foro. El equipo que elija ahora ya será el definitivo hasta finales de 2023, fecha que se han dado de plazo ambas administraciones para encontrar una solución, que a día de hoy parece lejana.

Bolaños y Jiménez, con plaza asegurada

El ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, y la ministra de Transportes, Agenda Urbana y Movilidad, la nueva mujer fuerte del socialismo catalán en el Ejecutivo, Raquel Sánchez, tienen asegurada su plaza en la cita de septiembre. Bolaños, que sustituye en el ministerio a la ex vicepresidenta Carmen Calvo, ejerce ahora de mano derecha de Pedro Sánchez. El letrado de cabecera del presidente tiene muy buena relación con ERC, especialmente con el portavoz en el Congreso, Gabriel Rufián, con el que ha negociado en varias ocasiones.

Raquel Sánchez es la nueva dama de hierro del PSC en el gabinete ministerial. La ministra dirige un ministerio clave en el intercambio de cromos para satisfacer las peticiones del Govern, como el traspaso de los trenes de Cercanías o infraestructuras como el puerto o el aeropuerto. Quien también tiene todas las papeletas para repetir es la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero. Yolanda Díaz, como líder de Unidas Podemos, y Manuel Castells, en representación de los ‘comunes’ completarían la representación ‘monclovita’.

Iceta, la gran duda tras su defenestración

Quién no es tan seguro que vaya a estar presente en la mesa es el actual ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta. El líder del PSC, llamado a ser el puente de Sánchez con el Govern tras la marcha de Salvador Illa, fue defenestrado en la última remodelación de Gobierno y pasó a dirigir una cartera de menos peso político, como la de Cultura y Deporte.

Hasta entonces, Iceta estaba al frente de Política Territorial y Función Pública, ministerio clave para la solución del conflicto catalán, que él siempre ha defendido que pasaba por un referéndum. Sánchez valoró convertir a Iceta en vicepresidente primero en sustitución de Carmen Calvo y portavoz del Ejecutivo.

El Govern, con más peso político

A diferencia de Moncloa, la Generalitat va con todo a la mesa de negociación del referéndum independentista. En Sant Jaume no se descarta la presencia del presidente Pere Aragonès para liderar el dream team separatista con el vicepresidente Jordi Puigneró (JXCat) y la consejera de Presidencia, Laura Vilagrà, (ERC) como principales interlocutores. De momento tampoco tienen cerrado quienes completarán la alineación catalana, pero el consejero de Economía y ex directivo de La Caixa, Jaume Giró, de Junts, los diputados Elsa Artadi o Josep Rius (JXCat) y Marta Vilalta y Josep María Jové (ERC) podrían completar la delegación anfitriona. Ya en libertad, tras ser indultado, a Oriol Junqueras le gustaría asistir. Sus asesores, por eso, le recomiendan no hacerlo. Y reservarse para una posible foto de acuerdo.